sábado, 12 de septiembre de 2015

Capítulo 24 "Noche en la playa, sorpresas, castigo y más sorpresas"

Capitulo 24 "Noche en la playa, sorpresas, castigo y más sorpresas"


     Ya son las 2:00 de la madrugada y llevó un buen rato junto al fuego pues lo que antes era una suave brisa ha aumentado su fuerza y si me alejo del fuego me hielo. Ahora echo de menos mi chaqueta...
     Viktor y la chica con la que ha venido se morrean junto al fuego. Raúl está medio dormido también junto al fuego, a mi lado. Una posición estratégica pues no vemos bien a Vik y a la chica. Yoel está a mi derecha, pero ninguno habla. 
     Hoy ha sido un día maravilloso, en el que me lo estoy pasando en grande, he conocido a un chico estupendo y he pasado de José. Lo he visto morrearse con Queen y no me he hundido. No me ha gustado, pero tampoco me ha molestado ni importado en exceso. Además he pasado página completamente de todo lo referente a él y a nuestra breve pero intensa historia de amor. Ya no me derrumbaré más cuando lo vea. Y respecto a Andrés, quizá nuestra amistad ha llegado a su fin, quizá es el momento de madurar y dejar atrás a los dos niños que jugaban en un sótano a videojuegos. 
     Me levanto y me voy, a pesar del frío" hacia la orilla del mar. Es una noche preciosa, de esas de película, luna llena y brillante, cielo estrellado, mar en calma, pero con pequeñas olas que rompen en la orilla... Me quito los tacones y me arrimo un poco más a la orilla mojandome los pies con la helada agua. Ahora veo que he estado haciendo la tonta estas últimas semanas en las que lloraba y me paseaba como un alma en pena. Al principio quizá no, pero al final sí. No puedo dejar que algo así me hunda de ese modo.
     Yoel llega por detrás y se tumba en la arena, yo le imito. El olor a agua salada me encanta, aunque el olor del bosque me gusta mucho más.
     -Una noche perfecta.
     -Sí, perfecta.
     Yoel extiende su brazo derecho hasta que nuestras manos se rozan.
     -Estás helada-susurra pasándome la chaqueta del equipo.
     Me arrimo más a él hasta que coloco mi cabeza en su pecho y él me rodea la cintura. Me gusta su perfume, y a su lado no tengo nada de frío y me siento protegida. Yoel me mira yo le sonrío.
     -Llámame loca pero me apetece mucho meterme en el agua.
     -Loca-me sonríe.
     -Las locas amamos con locura, las cuerdas...las cuerdas atan.
     -Pues entonces voy por el buen camino y tranquila yo seré tu tornillo.
     -Perfecto.
     -Perfecto.
     Seguimos así un buen rato, hasta que mis párpados empiezan a pesar demasiado y me dejó atrapar por los suaves brazos del sueño.
     -Sol...-me susurra Yoel con voz ronca.-Son las tres de la madrugada-bosteza- vamos.
     Me coge de la mano, me ayuda a levantarme y tras espolsarme la arena y coger los zapatos y el bolso, le sigo hacia el coche. Las posiciones son las mismas que cuando fuimos. Dejamos a la chica de Viktor, a Ana y a Raúl y luego me llevan a casa.
     -Buenas noches princeppesa- se despide Yoel, le sonrío y me voy hacia mi porche.
     En la puerta me quito los tacones y entro en casa lo más silenciosamente posible. Subo a mi habitación y me tumbo en la cama demasiado cansada para cambiarme.
     Son las 11:00 de la mañana cuando me despierto por la música procedente de mi móvil que suena especialmente fuerte. ¿Tengo resaca? Cogo el móvil.
     -¿Si?- Contesto con voz ronca.
     -¿Sol?
     -Sí ¿Quién es? 
     -Soy Yorel, siento molestarte pero no he dejado de pensar en tí. Si lo de ayer aún sigue en pie, ¿qué te parece a las once y media en el parque?
     -Perfecto.
     Se ha acordado y ha pedido mi número, y me ha llamado para hacer lo que prometimos hacer por la noche subidos por el alcohol. Y seguramente él tenga más resaca que yo, pero me ha llamado.
     -Perfecto.
     Bajo corriendo las escaleras y me encuentro con mis padres muy serios, y sentado en la mesa, con la cabeza baja mi hermano. Algo va mal y presiento que voy a tener que cancelar mi "cita" con Yoel. Mi padre me examina con una fulminante mirada.
     -Siéntate-gruñe.
     Toda la felicidad que me recorría hace unos minutos se desvanece por completo al ver a mi padre tan enfadado. ¿A qué hora se acostaron? Si fue a las doce puedo decir que llegué a la una de la madrugada...
     -¿A qué hora llegasteis? 
     -A la una y media-dice mi hermano. ¿Será verdad?
     -A las dos de la madrugada-miento.
     -Bien, castigados los dos una semana sin quedar. Tu toque de queda son las dos-le dice a mi hermano.
     -Ya te he dicho que llegué a la una y media.
     -Y me has mentido-afirma mi padre.
     -Y tu jovencita deberías haber estado en casa a la una.
     Al parecer a Rodrigo lo han pillado pero a mi no. Si se enteran de que llegué a las tres de la madrugada me matarán. Me alegro de que no se hayan enterado pero no podré quedar con Yoel. Una inmensa tristeza me envuelve. Necesito desahogarme, pero antes he de llamar a Yoel.
      Subo corriendo le llamo y le explico lo que ha pasado. Se lo toma bien o eso parece, pero yo estoy destrozadami Quería verlo, quería hablar con él y reirme...
     «Holaaaaa» me escribe Ana.
     «Hola.»
     «¿Qué te pasa?»
     «Te llamo»
     -Hola.
     -Hola, dime.
     -Me han castigado, iba a quedar con Yoel pero ahora no puedo.
     -Vaya lo siento... A mi también me han castigado- hace una pequeña pausa- ¡Me encanta Jacob!
     -¿Quien?
     -El chico alto, de pelo negro y ojos verdes- dice en tono soñador. Me encanta verla así.- No juega en el equipo de rugby pero es amigo de ellos. Es muy inteligente sabes, pero no un freak ni un empollón ni nada de eso, es...
     -¿Intelectual?- Me río.
     -Exacto- se ríe ella.
     -Cuéntamelo todo.
     -Bien, pues siéntate. En fin Hugo me tocó el culo y yo le dí una bofetada, entonces se fue y Jacob se acercó a mi y riendose me dice "Vaya eres una chica de armas tomar" y yo le sonreí. Luego me invitó a bailar. Tiene 17 años. Luego fuimos a tomar algo y los dos pedimos coca-cola. Piensa como yo ¿sabes? Es decir, cree que no debemos beber hasta los dieciocho.-Dicho esto suelta un gritito infantil, más típico mío que suyo pero me gusta verselo a ella.-Bueno pues nos bebimos la coca-cola y nos empezamos a conocer. Luego nos sentamos en uno de los sofás y seguimos hablando. Le gusta leer, es intelectual-suelta una risita- toca la guitarra, tiene coche y además ¡es guapísimo y está buenísimo!
     -¿Pero estáis saliendo?
     -No, aún no, pero espero que... Bueno ¿Y que tal con Yoel?-Le cuento todo lo que pasó.-Jo, siento que no hayáis podido quedar. Pero tu tranquila creo que le gustas de verdad, pero... ¿Y a ti?
     -Me gusta mucho pero no se si estoy preparada para otra relación... Bueno cualquier novedad con Jacob cuentamela inmediatamente. Adiós guapísima.
     Me alegro muchísimo por Ana. Siempre pensé quien sería el afortunado en conquistar por primera vez su corazón y darle su primer beso. ¿Será Jacob? La verdad es que está buenisísimo y es muy guapo y si es verdad que es inteligente es perfecto, aunque a mi me gusta más Yoel.

* * *

     Hoy es lunes el domingo fue bastante aburrido y la semana que me espera lo será sin quedar y sin ordenador pero bueno peor habría sido si les hubiera dicho la verdad. No sé cómo pudo hacer hacerse tan tarde.
     En 2 minutos tocará el timbre e iré con Ana al recreo. Salíamos de química cuando Yoel nos aborda.
     -Hola.
     -Hola-le saludamos.
     -Ana Jacob te está esperando en la entrada.
     -Adiós-se acerqua y me abraza- diviértete te dije te dije que él iba en serio-me susurra y sale corriendo.
     -Siento lo de ayer.
     -Tranquila. Pero como no pudimos quedar el domingo por la mañana ahora tenemos 20 minutos para tener nuestra "cita" entre comillas- nos sonreímos el uno del otro, nos damos la mano y salimos corriendo hacia el patio. Me conduce hasta la sombra de un árbol en el césped, saca de la mochila una manta de picnic, que coloca en el cesped- espera 3 minutos-y sale corriendo.
      En 3 minutos exactamente vuelve con un capuchino con mucha nata, mucho chocolate, mucha leche y mucho azúcar y un café que huele a menta, también lleva una caja de cupcakes.
     -Bien, tu capuchino perfecto. 
     -¿Como lo sabías?
     -Yo lo sé todo.
     Una punzada de dolor me invade. Es como mi primera cita con José, mi capuchino perfecto y esta conversación... Me duele la cabeza y todo da vueltas, voy a vomitar... No, no y no Yoel no es José y un par de coincidencias no me van a arruinar este momento. Hay dos cupcakes de arándanos dos de oreo y dos de pepitas de chocolate.
     -Perfecto-le sonríe y él me devuelve la sonrisa.
     Hablamos, comemos, reímos y bebemos. El capuchino está perfecto y los cupcakes me encantan además Yoel es divertidísimo todo. Es perfecto estoy en una burbuja pero entonces toca el timbre que hace aguja y pincha mi burbuja de felicidad con Yoel.
     -Tenemos que irnos.- Asiento y le ayudo a recoger.
     Me acompaña a clase.
     -Adiós- le sonrío.
     -Adiós-me devuelve la sonrisa y me da un beso en la mejilla. Me quedo de piedra mientras se marcha y entro en clase distraída sin dejar de tocarme la mejilla.
     He llegado a casa sin dejar de pensar en eso es suave beso. Por el whatsapp Ana me cuenta que ha hecho con Jacob y yo lo que he hecho con Yoel. Ella se asombra menos que yo con lo del beso.

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