sábado, 31 de enero de 2015

Capitulo 7 "Noche de chicas"


Capítulo 7 “Noche de chicas”

-Hola-saludo a Miriam con un beso.
- Hola guapa- me dice devolviéndome el beso.
Subimos juntas a su habitación y me siento en la cama. Su habitación es rosa y blanca. Me encanta.
-Bueno- dice mientras se sienta a mi lado- cuéntame lo que ha pasado con pelos y señales.- Le cuento todo desde mi primer beso con José hasta hoy y la declaración de Andrés-
-Vaya…
-Vaya…- repito con voz de cansancio. Mis encuentros con José han sido perfectos hasta el momento, pero ¿y si solo está jugando? No quiero que esto se acabe, es tan perfecto. Sin embargo el día de hoy ha sido una completa pesadilla. José ni siquiera me ha hablado.
-¿Qué vas a hacer? Con lo de Andrés me refiero.
-No sé- hay un breve silencio- Pero hoy es nuestra noche de chicas. Así que ¿y los pijamas?
Nos ponemos nuestros pijamas; el mío es blanco y azul y el suyo rosa, como no.
-Tienes una obsesión grave con el color rosa.- Digo riéndome mientras me siento en la cama.
-¿yo? ¡Qué va!-Dice riéndose con el estuche de maquillaje en la mano.
Le estoy pintando las uñas.
-¡Qué romántico!- grita de repente- no me quito de la cabeza lo que hizo, ¿de verdad que fue a buscarte a tu casa mientras llovía?
-Si- digo mientras recuerdo esa tarde. Fue perfecta, demasiado para ser real, Pero lo fue, fue real, absoluta y completamente real. Pienso en él y no puedo evitar sonreír.
-¿Te gusta mucho verdad?
-Infinitos- suspiro.
Me gusta todo de él, desde principios de segundo de la ESO. Me fije en él un día de octubre. Llevaba el pelo revuelto, como siempre y una chaqueta amarilla de chándal. Le vi por el instituto iba corriendo por los pasillos con sus amigos, cuando les pilló un profesor. Luego cuando baje a un compañero a dirección por mal comportamiento, ahí estaba él, castigado, tirándose bolas de papel con otro chico. Nuestras miradas se chocaron por unos segundos, me perdí en su profunda mirada y me quede prendada por el chico alto, de ojos verdes y rubio cabello revuelto.
Cuando el chico al que baje a dirección me dijo que le habían castigado en los recreos en la biblioteca, me fui corriendo y así todos los recreos hasta el fin de su castigo. Pero él no se fijo en mí, o eso pensaba yo, hasta el otro día.
Ahora es ella la que me pinta las uñas a mí.
-¿Y tú qué tal?- Le pregunto a Miriam.
-Bien- contesta desanimada.
-¿Y tu vida amorosa?
-Como siempre- contesta aún más desanimada. Le gusta alguien, estoy  segurísima. Justo cuando le voy a preguntar quién es el chico misterioso, ella se me adelanta:
-¿Mañana irás a ver a Andrés?
-La verdad no lo sé, quiero ir, pero, ¡no creo ser capaz de enfrentarme a más silencios así!-Mientras me desenreda el pelo con su cepillo rosa, Miriam se ríe- ¡No te rías mala persona!- Esto hace que nos riamos las dos.- Preferiría quedar con José.
Suena el whatsapp de Miriam y de un salto coge su móvil rosa.
-¡Hey! ¿Quién es tan importante?- Ella se queda en silencio y se sonroja. Mis sospechas eran ciertas; le gusta alguien.
-Es Darío, es un año mayor que yo, es alto, tiene el pelo negro y los ojos azules. Es muy guapo. Pero no va a fijarse en mí- dice con gran pena. No sé porque piensa eso, es muy guapa; tiene el pelo castaño, y le llega por la cintura y unos preciosos ojos ámbar, es inteligente, esta buena y tiene gran personalidad.
-¿Por qué no? Eres muy guapa. Si no se fijara en ti (que lo hará) sería estúpido.
-No me va a pasar lo mismo que a ti con José- Cuando dice su nombre, no puedo evitar sonrojarme y sonreír como una boba.
-Te estás enamorando de él- afirma muy segura mientras coge su portátil.
-¿Por qué lo dices?
-Si te das cuenta cada vez que digo su nombre sonríes.- Se está metiendo en Facebook.
-Enséñame una foto de tu amado.- Le digo riendo mientras me empuja.
Se mete en su perfil de Facebook y me enseña fotos suyas. Es guapo, muy guapo. Parece sacado de un cuento de hadas, definitivamente, Miriam se lo merece. Pero, por muy príncipe azul que sea para mí José es un rey, la verdad es que a simple vista son polos opuestos; Darío tiene el pelo negro relativamente largo y José rubio, rizado, largo el tupe y corto por los lados. Darío tiene la piel bronceada y José más bien claro de piel. En lo único que se parecen  es en que son altos.
Y claramente las sensaciones que despierta José en mi son inigualables.
-Qué guapos te los buscas tu ¿no?- Le digo con una sonrisa picara. -¿Tienes su número?- Le pregunto mientras le cepillo el pelo.
-Si ¿por?
-Pásamelo, voy a hablar con él. Por favor.
-Vale, pero no metas la pata ¿eh?
-Que no pesada.
Está siendo muy divertido pero a la 1:30 de la madrugada, el sueño amenaza con cerrar nuestros parpados.
-Esto es genial, me has dejado preciosa pero estoy cansada, buenas noches Sol- deja su móvil rosa en la mesita y apaga la luz.
-Buenas noches- digo a pesar de que yo no tengo sueño. Cojo mi móvil con la carcasa de la bandera Londinense y entro en el perfil de José, estará durmiendo.
“Mi rosa en cuanto te vi en aquel jardín quise que fueses mía. Te quiero Sol”
¡Qué estado tan bonito! ¡Y va para mí!
Me meto en el perfil de Darío. Está en línea.


1 comentario:

  1. Hola,
    Siento no haber publicado nada en tanto tiempo, pero he tenido preoblemas con el ordenador y estoy en epoca de exámenes.
    Lo siento, pero para compensar este capítulo es más largo.
    Atentamente
    Sara, la redactora de "La Vida De Sol"

    ResponderEliminar