miércoles, 6 de mayo de 2015

Capitulo 12 "1º Mesario"

Capitulo 12 “1º Mesario”



Ya ha pasado un mes desde esa maravillosa cita con José, ambos seguimos muy bien, y cada día estoy más enamorada de él, ocupa todos mis pensamientos. He ido a un montón de sus partidos y me encanta verle jugar, a pesar de que me he pasado un montón de tiempo tras los partidos en la enfermería con él, apoyándole. Con Andrés la situación es rara, quedamos y eso, pero la relación ya no es tan fluida, y aunque he intentado solucionarlo me está siendo imposible. Claramente Ana y yo seguimos siendo las mejores amigas del mundo. Estoy muy emocionada con mi primer aniversario con él, bueno  nuestro primer mesario. El día que empezamos a salir la sorpresa me la dio él a mí, así que esta vez será al revés. He pensado en preparar una fantástica cena en casa, pero para eso necesito que mis padres y mi hermano se vayan, y al parecer un sábado por la noche como el que es hoy no piensan salir. Entro en la habitación de Rodrigo el cual está con el ordenador. Él me lo cuenta todo y yo a él, aunque aún no le he contado lo mío con José. Me ha demostrado que puedo confiar en él.

-Rodrigo- digo con un hilo de voz desde el otro lado de su habitación.

-Hola bicho ¿Qué tal tu primer mes con el quarterback?- Vaya, al parecer mi hermano ya se ha enterado de todo. Mi hermano está en último curso, no esperaba que se enterara, pero claro, el equipo de rugby es muy popular, ganan prácticamente siempre.

-¿Tú sabías que estaba saliendo con él?- Le pregunto alarmad, si él lo sabe, mis padres también se pueden enterar y ellos se pondrían muy pesados. En el baile de fin de curso de mi hermano en cuarto del eso, fui con un chico muy guapo que me gustaba entonces y le invité a ir a dicha celebración. El caso es que mis padres se pusieron súper pesados con el tema, porque además quedamos un par de días más, y no quiero revivir dicha situación, es agotadora.

-¡Claro que lo sabía! Voy al instituto como tú, eh fea. Te tiene pilladísima ¿eh?

-Sí, es tan mono, tan dulce, tan romántico, tan fantástico.-  Mi hermano se ríe, no entiendo porque se ríe así, tengo razón, él no ha tenido la fantástica cita que yo tuve. Creo que nota la cara de odio que le he puesto y lo mucho que me ha molestado y mi torpe hermano intenta reaccionar.

-Vale, lo siento, pero como te haga daño, o como te vea llorar una sola vez por su culpa lo mato.

-Bueno…Vale…Lo que tu digas...- digo poniendo los ojos en blanco, sé que José no me haría daño nunca, nos queremos, y cuando hay amor mutuo no hay dolor.-Necesito que te vayas de casa y que te lleves a papá y a mamá un rato.

-Ya voy fea.- Mi hermano es genial, Ona debe estar encantada. Ona es la novia de mi hermano,  tiene el pelo negro y con tirabuzones por las puntas, sus ojos son una mezcla de color amarillo y verde, es muy guapa y simpática. Pero he de decir que mi hermano también es genial.  Ha pasado un rato cuando mi hermano llega.

-Traigo buenas noticias, mamá y papá se van a cenar, dicen que no les esperamos despiertos, y yo me voy con mi amada Ona.

-Gracias jirafa- le digo mientras me tiro a sus brazos. Todo lo que yo tengo de baja, él lo tiene de alto, es muy alto y como yo es rubio con ojos verdes.

Mis padres y mi genial hermano se han ido y ya he llamado a José. Tengo poco más de tres horas para prepararlo todo. Tras salir de la ducha me pongo un precioso vestido azul con vuelo, de tirantes finos y unos tacones. Me he alisado el pelo y en las puntas me he hecho tirabuzones. A pesar de no ser muy buena cocinera, estoy preparando un pollo relleno y algunos platos más que tienen muy buena pinta. Pongo en la mesa grande del salón un mantel blanco y saco la vajilla de plata de mamá, cojo dos velas plateadas y las pongo en el centro de la mesa. Lleno todo el salón de pétalos de rosas como hizo él, ya que fue un gesto que me encantó. Dejo mi cámara de fotos encima de la mesa de café, ya que quiero retractar este momento, pues presiento que va a ser la mejor noche de mi vida, y no quiero olvidarla nunca.

Lo tengo todo preparado, cuando llega José, respiro hondo, sonrío y abro la puerta. José está guapísimo, lleva una camisa blanca y lleva puesta su americana negra y unos vaqueros que le sientan muy bien.

-Hola- le sonrió.

-Hola princesa- me dice y me besa.

-¿Te gusta el pollo?

-Si lo haces tú, sí.- Pasamos al salón con la luz semi apagada, prácticamente solo las velas nos alumbran.- Es precioso, te lo has currado ¿eh?- Me sienta en la silla y luego se sienta él. He de decir que la cena está bastante buena para hacerla hecho yo. Estoy comiendo cuando empezamos a jugar, me mancha la nariz de la salsa que había hecho para acompañar al pollo, principalmente porque pensé que se me iba  a quedar seco. Luego se levanta y me da un beso en la nariz, comiéndose así la salsa, ambos nos reímos. Luego me mancho los labios de otra de las salsas que preparé y le doy un beso en los labios. En sus labios, tan suaves y calientes, que se funden en los míos fríos. Le amo, le necesito, creo que soy adicta al sabor de sus labios. 

-Estás preciosa- al decirme eso me sonrojo y él suelta una pequeña risa- por cierto, me has superado, tu cena es fantástica.

- Que va- le digo mientras bajo la cabeza y me toco el collar, que no me pienso quitar nunca.

Hemos acabado la cena y saco el postre, tarta de chocolate y fresas con chocolate y nata. Y con el chocolate volvemos a jugar a lo de antes, pero esta vez también me pone chocolate por el cuello y yo a él. Estamos besándonos, y acabamos en el sofá. Es fantástico esta mezcla de sensaciones y sentimientos que estoy sintiendo es tan única, creo que soy adicta a sus besos, a sus ojos, a su risa, a su sonrisa, a su pelo, a su altura, a su forma de ser… creo que  soy adicta a él. Seguimos besándonos cada vez más y más, no quiero que esto acabe nunca, es perfecto, es único. Quiero más, necesito más.

-Te quiero.

-Y yo- le contesto sonriente mientras seguimos besándonos.

-Tienes la sonrisa más bonita que había besado nunca- eso hace que me sonroje, pero ya no me molesta como al principio, no me importa mostrarme vulnerable con él, sé que no me va a dañar, sé que me ama. Nos separamos un poco, yo estoy sonrojada y cuando me mira sonríe.

-Me encanta que me mires y sonrías.- Dicho esto me tumbo en el sofá y él tras mi, enfrascándonos así en un beso dulce y profundo.

 -¿Te apetece ver una peli?- Le pregunto, no porque me aburra, sino porque quiero que mañana al despertar pueda verla de nuevo y recordarme a nosotros.- ¿El diario de Noah?- Él asiente y acurrucados la vemos. Cada vez que los protagonistas se besan nosotros también lo hacemos y eso me encanta.

La película es preciosa igual que sus besos. Me da un suave beso en el cuello que hace que me entre un precioso cosquilleo. Pasamos así un buen rato hasta que llega la hora de que José se valla y eso me duele bastante, me encanta estar con él, el sol es más brillante, las flores más bonitas y todo es de color rosa. Le amo, y cuando estamos juntos me siento capaz de todo, nada me supera. No quiero que esto acabe nunca, quiero sentirme así todos los días. Creo que lo que siento por él, no lo sentiré por nadie más en la vida, nunca. Él es único y por eso le amo, todo en él es diferente y nuevo para mí, y con él me siento tan guapa, con él me siento especial, y solo me ha pasado con él.


Nos despedimos con un beso largo y profundo. Luego nos abrazamos con anhelo y a nuestros dedos se van separando poco a poco. Y un último te quiero.