viernes, 9 de enero de 2015

Capítulo 6 "El trayecto"

Capítulo 6 “El Trayecto”
Estamos en silencio. Estoy muy tensa, pero es lo normal ¿no? Es decir, me quiere, y las relaciones entre amigos suelen acabar mal y como daño colateral estropean las amistades.
Seguimos en silencio cosa que no sé si es buena o mala, pues si los silencios eran incómodos antes de que me confesara que me quería ahora son insoportables, pero por otra parte, hablar también sería malo, pues hablaríamos sobre lo que me ha dicho y no estoy preparada. Yo no le quiero como pareja, es mi mejor amigo y ya está.
Él también está tenso. Eso me pone nerviosa. Me mira, juega con las sábanas, me vuelve a mirar esperando a que le sostenga la mirada, pero eso nunca pasa. Me limito a mirar el suelo.
Noto que quiere hablar, pero o no encuentra las palabras adecuadas, o no está seguro o no tiene agallas, y eso me asusta. ¿Qué estará intentando decir?
El silencio continúa y los minutos pasan lentos. No veo el momento de que vuelva su familia y acabe con esta pesadilla. ¿Por qué tardan tanto?
Abre lentamente la boca y me temo lo peor,
-¿Te gustaría tener una cita?- ¿Cómo me pregunta eso? Ni siquiera le he contestado a lo primero. ¿Qué le digo? No quiero que nos enfademos, ni herirle, ni romper nuestra amistad, pero… ¡No le quiero! Solo pienso en Jose, en sus ojos verdes que con una sola mirada te funden y más si te mira con la dulzura con la que me mira a mí. En sus cálidos labios que se funden al contacto de los míos helados. En su suave pelo rubio que amo acariciar cuando su cabeza descansa sobre mis piernas…
Sigo en silencio sin tener clara la respuesta que en algún momento habré de darle cuando su familia entra.
Miro el reloj del móvil, las 22:30h. He quedado con Miriam que a las 23:00h vendría su padre a por mí así que lo anuncio.
-Vale, pero podría llevarte si quisieras- me propone su padre, pero amablemente deniego la oferta.
Su familia me ha salvada, por hoy. Andrés me mira sin apenas escuchar a los que le hablan. No me atrevo a mantenerle la mirada así que siempre que se cruzan la desvió. Noto lo mucho que le molesta pero ¿Qué voy a hacer?
Ya son las 23:00h y el padre de Miriam (Alfredo) no debe tardar demasiado. Hace bastante frío fuera.
Veo llegar un coche gris en el cual conduce Alfredo.
Subo en la parte de detrás y le saludo. El resto del trayecto es silencioso.
En la puerta está Miriam que no tarda en salir corriendo a abrazarme.