Capitulo 14 "Dolor"

Capitulo 14 “Dolor”

   < ¿Cómo?> Le pregunto a Ana.

   <Voy a tu casa y te lo explico> En apenas diez minutos Ana está aquí.

   -Verás, Queen me envió un mensaje- Queen es la chica más guapa y que más buena esta de todo el instituto, y también es una gran amiga de Ana.- Y me preguntó si tu y José seguíais, al decirle que sí, me contó que le acababa de pedir salir.

   Tras las palabras de Ana los ojos se mi inundan de saladas lágrimas que empiezan a caer por mis mejillas sin cesar, no quiero creérmelo pero, Ana no me mentiría.  ME siento impotente, siento que mis piernas ya no son capaces de soportar mi peso que de repente se ha multiplicado, siento que me voy a caer, me siento una estúpida por quererle, por haber pensado que me quería, por haber pensado que lo nuestro sería eterno. Estoy perdida en un mar de lágrimas, recuerdos y dolor, ahora el sol se ha esfumado y solo veo oscuridad. Quiero pensar que es solo una pesadilla, que en cualquier momento me despertaré, quiero pensar que esto no es real. Quiero irme lejos, pero a la vez quedarme. Le odio y le quiero, ahora mismo mis lágrimas son una mezcla de odio y dolor.

    -Sol- oigo de repente a Ana.- Se que esto te duele, si quieres paro.

    -No, cuéntamelo todo.

    -Le pregunte si hablaba enserio y me mando una captura, José le dijo a Queen que ya no te quería, que solo te había utilizado para no estar solo, dice que no te quiso, que no te quiere, y que no te querrá.

    Mi corazón se acaba de partir, he oído como caía al suelo rompiéndose en miles de pedazos, con el sonido del cristal al chocar contra el suelo. Siento como me estoy apagando y como me empieza a costar respirar. Ana me abraza, pero de repente todo me sabe a vacío, sus abrazos, sus palabras, todo. Ya no quiero reír, no quiero sonreír, solo quiero tumbarme en un sitio pequeño y oscuro y llorar, quiero estar sola, pero también quiero saber por qué. ¿Por qué? Quiero gritar y preguntar ¿por qué?  Me siento desprotegida, tengo miedo, pero a la vez siento como dentro de mí, entre los pedazos de mi reciente corazón roto se aviva una llama, una llama de odio. Le odio pero le quise, y le quiero. ¿Por qué? ¿Por qué no soy lo suficientemente buena para él? ¿Por qué me ha utilizado? ¿Qué le he hecho yo? No lo entiendo, no tiene sentido, me duele el corazón, quiero llorar, pero a la vez quiero gritarle, y ya se lo que tengo que hacer.

   Me seco las lágrimas y miro a Ana sin expresión en mi rostro.

   -Ya sé lo que tengo que hacer- le digo mientras lo repito en mi mente. ME levanto, bajo las escaleras evitando a los miembros de mi familia y salgo con Ana. Ella se va hacia su casa preocupada y yo voy a la puerta del campo de fútbol, ya que él va a salir ahora de entrenar.

    En cuanto me ve, se acerca con paso cortado hacia mí y me susurra.

   -Vamos a un lugar más intimo.- Ya sabe porque estoy aquí. En cuanto estamos alejados de miradas indiscretas mi ira renace.

   -¿Cómo me has podido hacer esto?- le grito furiosa, quiero gritarle, quiero que sepa todo el daño que me ha hecho. Estoy roja y las lágrimas acechan con brotar. No, no puedo darle ese gusto, el que tiene que pasarlo mal es él no yo.- No sé porque me porte tan bien contigo, porque me he tenido que enamorar de ti. Y pensar que tú fuiste el que me enseñó a amar. ¿Cómo pude ser tan estúpida?

   -Sol…- empieza él cuando le interrumpo.

   -No, no quiero oírte ¿Cómo has podido hacerme esto?- No puedo más y rompo a llorar.      Esto es tan irreal. Hace un día íbamos a estar juntos por siempre y ahora… ¡me ha engañado!

  -¡Sol, el amor se acaba!- me grita.

  -¡A mí no me grites!- Le chillo- ¿Cómo puedes ser tan ingenuo?

  -Sol, cálmate.

  -¡Estoy muy calmada!- Le vuelvo a gritar- ¿Por qué mierda tuve que convertirte en mi todo?- Si no le  hubiera convertido en mi todo ahora tendría algo, pues ahora mismo no me queda nada. Quiero gritarle. Necesito gritarle. –Eres un cerdo, ¿por qué me haces esto?

  -Sol, cálmate de una vez.

  -¡No!- le grito lo más fuerte que puedo-y contéstame.

  -Joder Sol, si me gusta más ella que tu ¿qué hago?

  -Me decías “no puedo vivir sin ti” Tus palabras han quedado en el aire, eres un imbécil.     Yo era feliz cuando creía que me querías.

  -No faltes el respeto.

  -No me pongas los cuernos.- Estallo de nuevo en el más  profundo e inconsolable llanto de mi vida. El se queda en silencio mirándome. Le odio, yo le amo, y le amé. A cada palabra me siento más lejos de él, más sola… No entiendo nada, hace nada éramos felices… y hoy, hoy no somos nada más que un sapo y una flor marchita que se creía princesa  que se pelean…

  -Me has roto el corazón- le grito entre lágrimas.

  -Te lo has roto tu misma- dice él con su indiferencia- por esperar algo que sabías que no te podía dar

  -Eres un estúpido. Te odio, yo estuve ahí para ti siempre, pero ¿y tú? ¿Tu cuando estuviste ahí para mí?

  -Sol… no quiero discutir…

  -Me utilizaste, me juraste un para siempre, y mira lo que me has hecho. Sé que algún día, cuando ella ya no esté buena, se canse de ti o tu de ella, o os pase algo, y acabes solo, te acordarás de mi, de que gracias a mi volviste a sonreír, pero yo ya no estaré- Dicho esto me doy la vuelta y comienzo a andar.

  Saco mi móvil y veo un mensaje de Andrés. Le llamo. A la segunda señal me lo coge.           Necesito hablar con alguien, necesito un abrazo y a Ana ya la he molestado bastante, espero que me lo coja.

  -¿Andrés?- Digo con un hilo de voz ahogada.

  -Sol, si, ¿te pasa algo?- Parece alarmado.

  -¿Puedes ir al parque de siempre?- digo medio llorando otra vez.

  -Estoy  yendo para allá.

  -Gracias.- Cuelgo. Esto es irreal, mis peores pesadillas se han hecho reales, ¿Cómo me puede doler tanto el corazón? Me siento humillada, y le odio, la llama del odio crece en mi interior, pero cada poco que crece el odio, la tristeza crece el doble. ¿Esto pasa siempre?   No quiero que esto sea siempre así. Me gustaría que mi corazón se helara y no sentir nada, pero en vez de eso mi corazón arde cada vez más.

  Por la calle pasa mucha gente, pero yo me veo sola. El mundo ha perdido el color, todo es gris y negro. El ruido se aleja poco a poco, y cada vez estoy más sola, el sonido se oye de fondo muy leve, se escucha hueco. Mis sentimientos se destruyen y caen al suelo con cada lágrima y vuelvo a oír que al caer parecen cristales que chocan contra el suelo y se rompen en mil pedazos. A mi corazón le cuesta latir, y mis lágrimas no cesan, noto como me cuesta respirar. Mis mejillas están húmedas, pegajosas y saladas a causa de las lágrimas.     A cada paso que doy, me siento más débil, más vulnerable…  

  Llego al parque en el que he quedado con Andrés. Ando a través de los árboles que tanto me gustaban y que ahora veo como masas de materia sin más, sin color… cuando veo a Andrés con el móvil en la mano dando vueltas sin parar. Echo a correr hacia él. Me abraza y yo a él más fuerte, siento que si me suelta me caeré al suelo.

  -Me ha engañando- lloro sin parar sobre su hombro. El me abraza más fuerte.- Soy una estúpida, una perdedora, soy una mierda en este universo.

  -Sol, no digas eso, eres genial, eres estupenda, eres dulce y simpática  

  -Pes el no piensa lo mismo. Me he sentido muy sola estos días… ¿por qué pasabas de mí?

  -Ah…eh… he estado liado con los exámenes…- Quiero creerle, pero nunca estudia ni muestra el más mínimo interés… quizás está empezando a estudiar, y eso sería genial.

  -Gracias por venir.

  -Por ti lo que sea- me susurra, y luego me da un suave beso en la mejilla. Se lo agradezco mucho, es el mejor amigo del mundo. Es genial, ha conseguido que me sienta mejor, que mi corazón no esté tan maullado. Ha conseguido que le mundo tenga un poco más de color, es el mejor amigo del mundo.- Tranquila todo va a ir bien ya lo verás, yo me encargaré de que ese imbécil reciba su merecido…