miércoles, 22 de abril de 2015

Capitulo 11 "Un día muy normal"

Cápitulo 11 "Un día muy normal"

El día de hoy empieza como el de ayer, y por eso, guardo la esperanza de que sea igual de maravilloso. Bajo a desayunar donde encuentro a mi madre muy animada, preparando un estupendo desayuno, con tostadas, zumos, bollos, leche, café…Me siento a desayunar y saludo a mi familia.
Mi primera clase de hoy es Inglés, una de mis favoritas, y aunque la tentación de revivir en mi mente la tarde de ayer y otras historias, el examen es dentro de poco, y debo atender. Las tres primeras horas pasan extrañamente rápidas, y ahora toca el primer recreo. Mientras recojo mis cosas recuerdo que aún no le he contado nada a Ana. Acabo de recoger lo más rápido que puedo y echo a correr hacia el recreo, veo a Ana sentada donde siempre y acelero aún más, unos niños me gritan “¡Corre!” y cosas así pero paso de ellos y sigo corriendo. Cuando noto que José me está mirando paro y comienzo a andar. Veo como Ana se empieza a reír como una loca. Llego y me siento con ella.
-¿Sabes que paso ayer?- Le pregunto emocionada.
-¡Claro que no! Cuenta-me dice ella emocionada. Le cuento la tarde de ayer con pelos y señales le describo las emociones que sentí, las risas, los besos,  la sala del Starbucks, lo contentos que se pusieron Napoleón y Jaime, como Andrés y yo lo solucionamos las cosas… Al acabar Ana pone cara de incredulidad, y a continuación se pone a gritar. Está muy emocionada, a pesar de que me recalca que a él le odia.
En la siguiente hora, biología, intento prestar atención pero me resulta bastante difícil, pues odio esta clase. Su profesora Rocío me odia, a pesar de que los profesores digan que no le cogen manía a ningún alumno, es mentira, ella me odia, e intenta hacerme la vida imposible. Y aunque intento prestar atención me es imposible y me dedico a mirar a la pizarra mientras que pienso en las ex novias de José, eran todas animadoras, populares o chicas súper guapas, que estaban súper bien de cuerpo, pero tontas. Sin embargo, ahora, está saliendo conmigo, y yo, bueno yo soy yo, dicen que soy guapa y estoy que  buena, pero tampoco soy ninguna maravilla, también soy lista, o eso me dicen, aunque yo discrepe.
Yo sigo sumida en mis pensamientos cuando la profesora me hace una pregunta del tema, supongo que de algo que acabará de preguntar, pero no la recuerdo. Estoy a punto de decir mi palabra favorita en el mundo “Eing” cuando me doy cuenta de que es lo que quiere así que intento recordar la pregunta, hago memoria de todo lo que ha pasado durante esta clase cuando lo recuerdo y contesto. Noto su cara de rabia, si cree que me va a humillar, o que le voy a dar una razón para humillarme las lleva claras.
Estoy en el recreo con Ana cuando me da un codazo. -¿Qué pasa?- Le pregunto frotándome el brazo.
-José no deja de mirarte. Mira disimuladamente- Me dice mientras le mira.
-¿Enserio?- Le pregunto girando la cabeza.
-¿Tu que parte de “mira disimuladamente” no entiendes?- Se ríe ella. En un rato Ana me repite que José no para de mirarme.
-Bueno me da igual…
-No es verdad- me interrumpe. Odio cuando tiene razón, lo malo es que eso pasa muy a menudo.
-Bueno, vamos a fingir que me da igual. ¿Mejor?- Le digo riéndome.
-Sí- se ríe ella también. Entonces me quedo mirando a José, es tan guapo, y esa camiseta negra le queda tan bien. Estoy pensando en él cuando Ana me pregunta algo que no escucho.
-¿Eing?
-Que hoy tenemos entrenamiento para las olimpiadas matemáticas.- Algunos días me quedo con Ana, otra chica que también se llama Ana, la cual está entre mi circulo de amigas. Ana Ayala (que es su apellido) es morena de piel, tiene el pelo castaño y lleno de rizos y los ojos marrones. Lidia una chica rubia muy inteligente. Raúl, el hermano mellizo de Ana, Joanna una chica de pelo negro y rizado, Marta, que es muy amiga de Joanna e Inés. Bien, se supone que ahí van los inteligentes para prepararse para las olimpiadas matemáticas, pero sinceramente, si estoy yo, ahí no están los más listos. El resto del día pasa lento, salvo la clase para las olimpiadas, en la que me divierto bastante. El día de hoy ha sido muy normal, pero es normal teniendo en cuenta como fue el  de ayer.