martes, 2 de diciembre de 2014

Capítulo 3 "El Reencuentro"

                                     Capitulo 3 "El reencuentro"


<Estoy subiendo> me levanto y le busco con la mirada, pero no hay nadie, así que pienso que lo hace por dar la lata. Me siento de nuevo y continúo con mi lectura.
Son las 20:00 cuando le veo corriendo bajo la lluvia. ¿pero que hace? Entro en casa y cojo una manta y un paraguas. ¿pero a quién se le ocurre? Y sin paraguas.
Corro hacia el y nos metemos en casa
-¿Qué haces aquí?
-Te he dicho que si no me contestabas vendría aquí ¿no?
-Estás loco- digo con una gran sonrisa.
-Estoy loco de amor por ti- dicho esto me sonrojo, no debería, ¿por qué lo hago?
Nos metemos en casa y veo que esta totalmente empapado, voy a por una toalla y ropa de mi padre
-Toma-le digo dándole lo que he cogido.
-¿Y esto?
-Métete en la habitación de los juguetes y cámbiate, luego meteré tu ropa en la secadora.
-No hace falta- pero yo le empujo hacia la habitación.
En unos minutos sale. Está horrible, la ropa le viene gigante y el pelo lo tiene tan mojado que parece que se lo haya lamido una vaca.
-¿Té o chocolate?
-Chocolate- dice con una gran sonrisa.
Traigo una bandeja con chocolate y galletas, la pongo en la mesa y mientras bebo mi té cojo una galleta. Me doy cuenta de que me está mirando, pero no me siento intimidada, así que sigo a lo mío. Me sigue mirando, y como me pica la curiosidad digo algo que suena demasiado duro.
-¿Qué pasa?
-Nada, me gusta verte comer- me vuelvo a sonrojar. ¡No quiero sonrojarme!
Estoy sumida en mis pensamientos cuando él me pregunta:
-¿A qué hora vuelven tus padres?-Me siento a su lado.
-Mis padres vuelven a las 21:30.
-Pues tenemos hora y media.
-¿Sólo hora y media?-Digo juguetona ¿por qué? Yo no suelo ser así.
-Pues tu dirás-dice sonriente.
-¿Qué más da?- digo acercándome a él. Pasan unos segundos, en los que hay silencio absoluto, pero no un silencio embarazoso, si no uno tranquilo y apacible en el que me siento segura y protegida, siento que en este momento nada me puede dañar.
Estoy acurrucada en el cuando se gira y me besa, no dejo de sonreír y me da otro, pero esta vez en el cuello, poco a poco va subiendo, cuando llega a la boca, pienso que va a acabar, pero sigue y de repente me da uno en la nariz.
Me estoy riendo, y el conmigo.
-¿A qué viene esto?- Digo entre risas.
-Me gusta todo de ti, y me encanta tu nariz- me vuelvo a reír.- Me encanta tu sonrisa.
-A mí la tuya más.
-Imposible, a mí la tuya me gusta infinitamente- yo sonrío ligeramente. Me vuelvo a acurrucar junto a él y caigo, esto es lo que Sofía me dice que haga, estoy tonteando, yo no soy así, pero lo que me inquieta es la duda, ¿me gusta? Es decir, ¿podría hacerlo más a menudo? Lo dudo, yo no soy así, no sé, me identifico más con la chica a la que le gustan las relaciones más serias, y esto es raro en mí, pero quizá es lo mejor teniendo en cuenta cómo es él ¿no?
Si, decidido, tengo que conocerlo mejor.
En ese momento suena la secadora y me hace volver a la realidad, pero me sorprende el que no me moleste, de hecho me alegro, estoy junto a él.
-Voy a por tu ropa.
-Preferiría que te quedaras aquí conmigo.
-Ya, pero, con eso vas horrible- digo volviendo a reír.
-Oh, vale, vale.- Dicho esto se ríe y yo entro en la cocina. Saco su ropa y vuelvo al salón, el entra en la salita y se cambia.
Son las 20:30, y en una hora volverán mis padres, al principio he dicho que me daba igual, pero ahora me inquieta. Y además, está mi hermano, el cual puede llegar en cualquier momento.
-Es hora de marcharte.
-Ojalá este momento no acabara.- Ambos nos levantamos y le acompaño a la puerta. Ya no llueve.
-La despedida es un dolor tan dulce...- Dice dejando las palabras en el aire. Le doy un beso y lentamente nos soltamos.