domingo, 16 de agosto de 2015

Capitulo 20 "Un plan"

Capitulo 20 "Un plan"

Oficialmente ha llegado la primavera y se nota en el ambiente, veo a la gente más feliz además de que llueve menos, pero a mi no me importa ya que las cosas no parecen mejorar, ya han pasado dos semanas desde mi pelea con Andrés, y Napoleón me trae siempre las mismas noticias: no quiere saber nada de mí. Ni siquiera permite que mi nombre salga en las conversaciones. No me mira por mucho que lo intento, y no se nada de lo que hace, pues como sabe que Napoleón me lo cuenta, a él no le informa sobre la mayoría de cosas que hace.
Lleva un par de días, faltando a clase, pero según sé, son por pellas, no le ha pasado nada.  Además, ahora en los recreos se sienta en zonas alejadas de la gente, y está raro. Por lo que me ha contado Napoleón, cada vez está más raro, incluso con Jaime.
Ana no me deja hablar de Andrés con ella, porque piensa que me hace daño, y hace como si no existiera, igual que hace con José. Pero con él resulta más difícil, pues es imposible no encontrárselo en algún momento por algún pasillo, pues él a diferencia de Andrés, no busca pasar desapercibido, todo lo contrario, tanto él, como Queen buscan ser el centro de atención, y lo han conseguido. Aún pasadas dos semanas, todo el mundo habla sobre lo que paso, y me señalan y cuchichean cuando paso por delante. Todos me conocen como <la ex de José> <la que se peleó con Queen> o <a la que José le puso los cuernos> pero ya me da igual.
Ana intenta animarme en todo momento, y yo le agradezco los esfuerzos, de verdad, pero no sirven de nada.
Estoy en el recreo, concretamente en el césped, bajo un árbol con Ana, y ella habla animadamente sobre un montón de cosas que finjo escuchar, cuando pasan los chicos del equipo de rugby, en el que aparte de José y un montón de chicos que no conozco, está el hermano mellizo de Ana.
Recuerdo que a principio del curso pasado, Andrés fué a hacer las pruebas para el equipo de rugby, lo hizo fatal, y esa tarde nos fuimos al sturbucks a celebrar que no había entrado, al principio le fastidio el motivo de celebración pero luego Jaime le dijo:
<Mira el lado positivo, como no has entrado no te destrozarán la cara durante un partido>
Fue un día maravilloso, un día que jamás se repetirá porque Andrés ya no quiere saber nada de mí.
-¿Vale?- Me pregunta Ana.
-¿Eing?
-No me estabas escuchando…
-Lo siento me había distraido.
-Bueno, pues eso, que esta tarde se juega el último partido de la temporada, y si ganan, se quedarán primeros, y posiblemente hagan una fiesta con los del equipo y sus amigos, así que, si ganaran me tendrías que acompañar a esa fiesta.
-¿Con los del equipo de rugby? Ni loca.
-Sol…
-NO, Ana, no, no voy a pasar por semejante humillación, no pinto nada allí.
-Sí, como chica guapa, que junto a su amiga (también muy guapa) va a la fiesta.
-Imaginando que diera por bueno ese horrible argumento, ¿que te hace pensar que yo querría ir?
-Porque no me dejarías sola con toda esa gente, y lo sabes. Además te daré la lata hasta que digas que sí.- Suspiro hondo ante lo cabezota que puede llegar a ser.
-Bueno quizás no ganen.
***
Es un precioso jueves de primavera, en el que corre una suave brisa. Estoy en el recreo, en el mismo sitio que ayer, esperando a Ana, cuando la veo venir corriendo.
-Ganaron el partido, lo están organizando todo, y es el sábado. Aún no sé con certeza donde será, porque mi querido hermano no me lo quiere decir, pero bueno ya me enteraré. He pensado que mañana podríamos ir de compras, quiero verme un vestido nuevo para la ocasión, y…
-No voy a ir- la corto burscamente.
-Sí que vendrás, y lo sabes babe.
-No, no lo sé porque no iré.
-Entonces, mañana, a las seis nos vamos de compras ¿no?
-¡Ana he dicho que no!
-Y yo he dicho que sí, así que gano yo.- Y dicho esto cambia de tema para que no pueda seguir discutiendole.
Bueno, no pasa nada, con que mañana no vaya sobrará. Y si quiere venir el sábado por la noche a tocarme, que lo haga, pero no pienso salir de casa.